viernes, 30 de septiembre de 2011

AREQUIPA : SIGUIENDO AL RIO OCOÑA HASTA EL MAR

pensado en Heraclito, nadie se baña dos veces en el mismo rio, y nosotros somos ese rio, somos agua cambiante no solida piedra.
El terible y hermoso cielo de Arequipa
La casa del condor
los camarones remontado el rio, en las partes má altas los machos toman la delantera


En las ALTURAS De AREQUIPA


Al mirar el abismo, este nos devuelve la mirada


Entre la niebla y en soledad viven, y mueren en secreto estas delicadas flores.


El huarango atoxino, su pariente, el huarango comun posee unas crueles espinas de las que el explorador debe cuidarse.


El duraznillo


La caña castilla


Las viseras de piedra del desierto son expuestas por la erosión del rió.


Tomatillo


El lado más delicado de los duros cactus.


Una autentica planta parasita. La vimos sobre diversas plantas.



Un pariente silvestre de la alfalfa. A medida que el rió baja, más plantas se unen a su rivera. El valle se hace mas grande, el rió más lento y los camarones más pequeños.


Una minúscula selva. Un desorden de vida: azolla filiculoides


Detalle de gónada masculina de camarón(Cryphiops caementarius)



Hembras ovigeras.

El rió se aprestaba a morir en el mar y moría el viaje y la aventura.

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